El Jubileo ha sido siempre un acontecimiento de gran importancia espiritual, eclesial y social en la vida de la Iglesia. Es una celebración trascendental de toda la comunidad católica (sacerdotes y laicos) en la que la Iglesia se “abre al mundo”. Millones de peregrinos acuden a la celebración, y se convierte en el mayor acto religioso y cultural de la Iglesia Católica.
“Peregrinos de esperanza” es el lema elegido para esta celebración, en el deseo de que el próximo Jubileo “ayude a restablecer un clima de esperanza y confianza, como signo de un nuevo renacimiento que todos percibimos como urgente” (Papa Francisco).
Por primera vez en la historia, las cofradías tendrán presencia propia en un Jubileo Ordinario. El Jubileo Cofrade (Giubileo delle Confraternite) se celebrará en tres días del mes de mayo de 2025, en los que en la ciudad de Roma se “vestirá” de cofrade, transmitiendo la especial de vivir la fe de la religiosidad popular.
En el marco del Giubileo delle Confraternite nace el proyecto de la Gran Procesión, para ser el acto excepcional que ponga de manifiesto la celebración de la fe y de la espiritualidad popular en las calles. La propuesta de celebrar una Procesión con motivo del Jubileo de las cofradías por las calles de Roma tiene como fin ofrecer un ejemplo de “instrumento de unidad en la armonía de la diversidad”. Es decir, todas las cofradías del mundo que se procesionan como manifestación de la religiosidad popular, podrán sentirse representadas en la más importante y excepcional procesión en la ciudad de Roma, con motivo del Año Santo, y los cofrades viviremos como peregrinos de esperanza. Una procesión que aunará a los cristianos cofrades de todas las edades y de todas partes del mundo, como respuesta y ejemplo de nuestra implicación en la Iglesia del siglo XXI. Precedida por una Procesión con diferentes imágenes históricas y de calidad insuperable (la Madonna Adoloratta de Enna y Crocifisso de Ligure), la Gan Procesión será protagonizada por primera vez en la historia, por las imágenes andaluzas del Santísimo Cristo de la Expiración (Hermandad del Cachorro de Sevilla) y María Santísima de la Esperanza (Archicofradía del Paso y Esperanza de Málaga).
Como cofrade, poder coordinar el comité técnico para la organización de la Procesión es un enorme privilegio y una inmensa responsabilidad que nunca podré agradecer lo suficiente a Monseñor Fisichella, verdadero artífice y máximo responsable del Jubileo de la Iglesia. Un acontecimiento cultural y religioso único e irrepetible, que será transmitido a numerosos países a través de los medios de comunicación. Sin duda, se convertirá en un momento perfecto para la convivencia entre cofrades de diferentes partes del mundo, viviendo una experiencia inigualable dirigida a nosotros los cofrades como miembros activos de la Iglesia. Y todo ello gracias a la figura de Monseñor Fisichella, máximo defensor del importante papel de la religiosidad popular (de las Cofradías) hoy en la Iglesia. Porque, tal y como nos expresó en el Congreso Internacional de Hermandades de 2021, los cofrades debemos seguir evangelizando con nuestras procesiones, a través de una vía privilegiada para transmitir el mensaje de amor de Cristo: la belleza de nuestras imágenes.


